Que no les falte la naturaleza
31 de Diciembre de 2019

Si te gusta aprender acerca del ámbito de la escuela infantil en Cartagena, este texto te va a ayudar a comprender cómo abordar el trastorno por déficit de naturaleza. Es posible que no hayas oído hablar hasta ahora de este fenómeno, si es así, te interesará seguir leyendo.

Los especialistas en el mundo de la escuela infantil en Cartagena son conscientes de que los nuevos ritmos de vida en las sociedades postindustriales, aunque están relacionados con ventajas innovadoras, traen aparejados nuevos problemas.

Unos inconvenientes que se van a hacer notar en los hábitos de aprendizaje de los más pequeños, los cuales difieren de los que las generaciones anteriores asumieron, lo que produce una importante disonancia cognitiva entre mayores y pequeños.

¿A qué se debe esta distorsión de la realidad? Básicamente, a la incapacidad, por falta de experiencias, tanto teóricas como prácticas, para entender las claves de la naturaleza y sus aprovechamientos para el ser humano.

Como los ejemplos vienen muy bien para comprender cuándo se puede diagnosticar uno de estos trastornos, ahí va uno: un profesor le pide a un niño que dibuje un pollo y el chaval pinta uno frito. En un contexto en el que el cambio climático se va a convertir poco a poco en una materia más presente en los currículos, es preciso interiorizar cómo funciona la naturaleza.

Por lo tanto, la formación integral de los niños también ha de pasar por experiencias en el campo que les permitan valorar el trabajo en el ámbito rural, la calidad de los alimentos naturales o el respeto a los animales y plantas.

La psicomotricidad también se desarrollará en condiciones óptimas en estos contextos. En resumidas cuentas, no tener una relación fructífera con la naturaleza hace, objetivamente, que los niños estén menos preparados.

En Escuela infantil Los Siete Enanitos combatimos los efectos del trastorno por déficit de naturaleza.

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