Si tienes un hijo en una guardería bilingüe en Cartagena, te habrás dado cuenta de que el tiempo que tu hijo necesita para aprender el nuevo idioma es mucho más corto que el del adulto. Mientras los adultos podemos llegar a necesitar una década para lograr hablar un nuevo idioma con fluidez, el niño no necesita más que dos años para poder desenvolverse sin problemas en un idioma nuevo y apenas cuatro o cinco años para hablarlo con fluidez.

Esto no sólo sucede por la plasticidad y juventud del cerebro de los más pequeños. De hecho, estar en una guardería bilingüe en Cartagena podría suponer una mayor plasticidad en estos niños que en aquellos que no interaccionan en más de un idioma. Se ha demostrado que conocer un nuevo idioma genera nuevas conexiones neuronales, pero sigue sin ser ésta la razón, porque el adulto también las crea.

Hay que tener presente que el número de conexiones neuronales del niño es infinitamente mayor que el de un adulto. Este número de conexiones se reduce en un porcentaje muy elevado (lo que viene a denominarse "poda neuronal") en la adolescencia y, aunque los adultos seguimos creando conexiones neuronales, en ningún caso podemos superar la velocidad y número con que lo hace el cerebro infantil. Por eso es tan importante que los niños aprendan idiomas en estas épocas tempranas de su infancia.

En la Escuela infantil Los Siete Enanitos enseñamos a los niños a interactuar en dos idiomas aprovechando su capacidad cognitiva con el objetivo de que entren en la escuela primaria sin dificultades de aprendizaje y nos gusta hacerlo de la forma en que mejor aprenden: jugando, cantando y descubriendo por qué no hay que olvidar que la forma en como mejor aprenden los niños es interiorizando los conocimientos de forma natural, satisfaciendo su curiosidad y, sobre todo, siendo niños.